No está previsto tratar el tema, pero es uno de los ítems que más preocupa a dirigentes e intendentes que creen en la necesidad de volver a tomar el toro por las astas, recuperar el partido (más allá del sello) y buscar una construcción colectiva con puertas abiertas para sumar a los díscolos que restaron votos por afuera y que consideran necesarios dentro del mismo espacio si aspiran a cortar la seguidilla de resultados adversos para el peronismo.
En rigor, desde 2013, cuando Sergio Massa incursionó por primera vez en la contienda electoral con su flamante Frente Renovador, los resultados para el PJ bonaerense han sido adversos. Perdió en esa oportunidad la legislativa contra Massa; perdió la general en 2015 que erigió a María Eugenia Vidal como gobernadora y ahora nuevamente en manos de Cambiemos en la legislativa 2017.
La estrategia electoral; el no haberle dado PASO a Florencio Randazzo, incluso el haber dejado el PJ a quienes integraron ese espacio, será parte de lo que se evalúe en la autocrítica de puertas adentro. Pero más aun, estará sobre la mesa cómo se encara el proceso de los próximos dos años en los que deberán encontrar la manera de renacer, y llegará la hora de discutir sobre el posible regreso de los díscolos.
Hay además, diferencias difíciles de salvar respecto a quiénes deben conducir los destinos del partido y quiénes se perfilan como posibles candidatos a gobernador para enfrentar quizá, una posible búsqueda de reelección de María Eugenia Vidal.
En ese sentido, existe una pulseada entre la vieja estructura peronista del conurbano que aun respeta le supremacía de La Matanza y en consecuencia acepta el liderazgo de Fernando Espinoza y quienes creen que la primera renovación debería llegar justamente en el manejo del PJ y los nombres que integran el Consejo del partido.
Pero la pulseada no es sólo por el sello. Lo es también por los nombres de quienes se anotan para disputarle la gobernación a María Eugenia Vidal en 2019. Desde la vieja estructura, el propio Espinoza no pierde esperanzas de ser bendecido por haberse convertido en un buen alumno con los deberes bien hechos. Desde el espacio que miran nombres nuevos, se perfila Gustavo Menéndez, el intendente de Merlo que desde hace meses trabaja para posicionarse como uno de los nombres fuertes de la 1ra sección electoral y hace valer para ello los resultados obtenidos en las urnas.
En el medio hay más nombres: el eterno sueño nunca prescripto de Martín Insaurralde o el plan B de La Matanza que podría ser la propia jefa comunal, Verónica Magario, como una manera de contraponer a Vidal otra figura femenina con buena imagen y, a los ojos de la gente, parte de la "renovación" de dirigentes peronistas.
En paralelo, están los Intendentes cuya única preocupación actual es sobrevivir los próximos dos años y no perder los distritos en la próxima elección general, para lo cual miran de reojo la estrategia electoral que se decida porque de esto depende no ser arrastrados por la ola si viene en contra.
A las 18.30 está previsto que unos y otros se vean las caras post elección.
La noche del martes, en las oficinas de Martín Insaurralde sobre la calle Esmeralda de la Capital Federal, se juntó un puñado de intendentes de la tercera sección que pretende comenzar a fumigar al kirchnerismo de la conducción del peronismo. Por ahora no hay acuerdo. Insaurralde, Martín Cascallares (Almirante Brown) y Fernando Gray pretendían que Verónica Magario (La Matanza) suceda a Fernando Espinoza en la presidencia del partido que Cristina le revoleó a Florencio Randazzo para evitar las PASO y fundar Unidad Ciudadana. Tampoco hubo acuerdo. "La decisión política de La Matanza es que Espinoza sea reelecto como presidente", responden desde el populoso distrito que busca imponer su plan A.
La única concesión que el ala renovadora de Insaurralde logró sacarle a Espinoza es que hoy se efectivice el llamado a elecciones para diciembre en vez de posponer el proceso a marzo o abril como pretendían los Jefes comunales más antiguos.
El ala de Insaurralde busca que no sea Espinoza y como plan C (el B sería Magario) piden que sea un "intendente en funciones" (en referencia al llano que vive Espinoza en lo territorial aunque acaba se convertirse en diputado nacional electo).
El Jefe comunal de Lomas de Zamora se autoexcluyó ya que pretende preservarse para pelear la gobernación. Quedan Cascallares y Gray. Desde la primera sección, asoma Gustavo Menéndez, ganador en su distrito y con terminales en el kirchnerismo. El otro que obtuvo un resultado contundente fue Leonardo Nardini, de Malvinas Argentinas, pero no pareciera haberse anotado en la contienda. Pierden peso, al mismo tiempo, los que no ganaron (Alberto Descalzo) o los que pasaron por CUMPLIR y volvieron (Juan Zabaleta), aunque en rigor, éste se autoexcluyó de la disputa por los cargos, pero es uno de los que miran con preocupación el 2019 y considera necesaria la renovación del partido antes de fin de año.
En paralelo a la reunión del PJ bonaerense en el local porteño de la calle Matheu, La Cámpora convocó a Comodoro Py para respaldar a la ex presidenta en su declaración en la causa por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA. Está claro que la embestida sobre De Vido podría ser el mascarón de proa para una jugada mucho más ambiciosa: no dejar asumir a Cristina Kirchner el 10 de diciembre.
La estrategia electoral del macrismo hasta ahora había sido mantener a la ex mandataria en carrera y polarizar con ella, porque en esa pelea y por oposición, crecía Cambiemos. Pero de cara a 2019 donde tanto Mauricio Macri como Vidal buscarían ser reelectos, creen que es mejor estrategia dar por muerto al kirchnerismo; dinamitar el peronismo y evitar una confrontación de modelos tan polarizada. A esto se suma que el electorado al que responden pide "meter presa" a la ex presidenta y el gobierno ahora cree que lograr eso sumaría al oficialismo.
Macri dijo ayer en Olivos que el Ejecutivo no tendrá ninguna interferencia en la Justicia. La lectura entrelíneas es que el Poder Judicial tiene zona liberada para avanzar contra la ex presidenta.
En el Senado, después de los casi 3,5 millones de votos que sacó Cristina en las elecciones legislativas, y ante el traspié de otras figuras como Juan Manuel Urtubey o Juan Schiaretti, el peronismo no estará dispuesto a aportar votos para un desafuero "preventivo". Es decir, antes de que asuma la banca de senadora nacional por Buenos Aires el 10 de diciembre.
"El peronismo necesita una renovación lo más rápido posible, con dirigentes que tengan la capacidad de trabajar con todos para aglutinar la mayor cantidad de cuadros políticos", señaló a PáginaI12 el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, anticipando parte de la discusión y el debate que domina al PJ de la provincia de Buenos Aires después de las elecciones legislativas del domingo pasado. En rigor, de la reunión solo saldrá la formalidad de la convocatoria a la elección de autoridades que se realizaría el 17 de diciembre. Pero de puertas adentro, estará la real discusión y se empezará a vislumbrar cómo se acomodan las fichas sobre el tablero.
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